- “Tenemos que hablar” - me dijo. Un sudor frío brotó de mi piel al presentir lo que se avecinaba - “creo que debemos darnos un tiempo solos…” - su mirada no se despegaba de la ventana. Fuera, el día comenzaba a nublarse.
- “¿Hice algo malo?” - pregunté. Sus ojos esquivos quisieron mirarme, pero se clavaron en mis manos y volvieron a la ventana.
- “No, no… no eres tú, soy yo…”
- “¡Hay otro!… ¡hay otro otro comic! ¿no es cierto?… ¿es Ronaldinho?”
- “¡No, te lo juro! ¡él es sólo un amigo! ¡no tiene nada que ver!”
- “¡¿Entonces qué?!” - Noté mis uñas clavarse en la palma de mi mano.
- “Es solo… tengo cosas que resolver, ¿vale? ¡no puedo comprometerme ahora… ¡lo siento!” -antes que pudiera reaccionar, se levantó y corrió fuera de la habitación. Me quedé sentado, aturidido, no sé cuánto tiempo, escuchando el tic-toc de las primeras gotas de lluvia que golpeaban la ventana.
Perooooooooooooooooooo al mal tiempo buena cara
No hay comentarios:
Publicar un comentario